jueves, 19 de febrero de 2015

Podando mandarinos clementinos en Valencia

Consiguen un sistema de poda de mandarinos más rentable. Comprar árboles frutales

Los ensayos han llegado a reducir hasta un 13% el tiempo de recolección 

Investigadores de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), de la Politécnica de Valencia y del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) han logrado un sistema de poda de mandarinas que mejora el rendimiento económico de este cultivo. Comprar clementinas
Es la incorporación del aclareo mecánico, que combinado con el manual permite controlar con más precisión el tamaño de los árboles y el ancho de las calles. Esto facilita labores como el tratamiento fitosanitarios.
Los ensayos han llegado a reducir hasta un 13% el tiempo de recolección, y los resultados los ha publicado la revista internacional 'Spanish Journal of Agricultural Research', según informó ayer la UPCT.
Los investigadores explicaron que, en el cultivo de cítricos, la poda manual es uno de los procesos que más gastos genera al agricultor. Comprar naranjas de Valencia
Se estima que para podar una hectárea, son necesarias cerca de cien horas de trabajo. Esto se traduce, por término medio, en unos novecientos euros.
El estudio se ha centrado en el cultivo de mandarina Fortune, según ha indicado el investigador del departamento de Ingeniería de Alimentos y del Equipamiento Agrícola de la UPCT Bernardo Martín. Fuente
 
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martes, 17 de febrero de 2015

Las naranjas, mandarinas y limones de Valencia conquistan Francia - Mandarinas Sanz

Carrefour venderá en Francia naranjas ecológicas de Valencia. Comprar mandarinas de Valencia

Las ventas se realizarán fundamentalmente en la zona de Bretagne y Normandie. Comprar naranjas

La cadena de distribución Carrefour venderá cítricos ecológicos certificados valencianos en sus centros de Francia, según ha informado en un comunicado el responsable de la Indicación Geográfica Protegida del sector citrícola, José Enrique Sanz. Comprar árboles
La IGP "Cítricos Valencianos" ha alcanzado un acuerdo con la cadena de supermercados Carrefour Francia para que incorpore a sus lineales cítricos valencianos y ecológicos, a través de Solagora (filial de productos ecológicos de Anecoop).
Según Sanz, "las ventas se realizarán fundamentalmente en la zona de Bretagne y Normandie y el operador encargado de realizar las confecciones es la cooperativa de Bélgida Cofrudeca, bajo las marcas Bio Oranges y Bio Clementines".
Según Anecoop, desde inicios de campaña hasta el momento, se han confeccionado unos 500.000 kilos bajo estas dos marcas.
A juicio del responsable de la IGP, "hoy en día, es evidente que los cítricos ecológicos certificados unidos a un sello de gran prestigio internacional como es Cítricos Valencianos, puede ser un gran estímulo para el consumo en Francia".
"Con esta incorporación, actualmente son ya cuatro las cadenas de la gran distribución, nacional e internacional, que apuestan por la certificación del origen incluyendo la imagen de la IGP Cítricos Valencianos en sus propios envases. Nos satisface que se empiece a reconocer la distinción en origen y calidad por parte de las grandes cadenas", concluye Sanz. Fuente

domingo, 15 de febrero de 2015

Naranjas Navelate y mandarinas de primavera en la mesa - Mandarinas Sanz


Rumor de naranjas antiguas

Un fruto digamos clásico de un huerto aislado es extraño al mercado, sabroso, sugerente hasta emocionante. Comprar naranjas Navelate

Gajo a gajo, con parsimonia, la naranja deja manar su noticia oculta, suelta rápido su ofrenda, un abanico de mensajes apacibles. La fruta brolla y hace tragar un jugo de frescura, se hace pulpa y líquido que la lengua cata.
La boca se rodea de novedades y desde la garganta hasta la barriga se nota al paso la descarga de sabores limpios, ácidos, dulces, un confort inmediato, un idioma reconocible.
Por esta fácil sensación de triunfo, su conservación en transportes de lejanía y larga y buena presencia en los mercados, las naranjas son uno de los tres frutos de consumo universal. La naturaleza creó un artefacto perfecto, un diseño sin inconvenientes. Comprar mandarinas Clemenules
Es una conserva en sí misma aunque el encerado y pulido de la piel para su exposición en las paradas de venta mixtifica algo su tacto, innecesariamente, como chapa de coche. Y la atracción se afianza, a veces, con una segunda piel de papel fino, distinción más que protección, con el origen, marca colorista y la variedad del producto. Las bolsitas de red roja, los saquitos y las cajitas más o menos personalizadas son otros envoltorios, útiles para los consumidores, dan dignidad.
Un linaje extraordinario de las naranjas -y mandarinas, que son otro mundo- permanece en según qué jardines, corrales y huertos isleños, más o menos olvidados, asilvestrados. Esos árboles sustantivos dialogan solitarios en el paisaje urbano o en las afueras, en las urbanizaciones clásicas, cerca de las posesiones, o protegidos por cercos de cipreses o paredes altas de lomo de asno.
Los muros de piedras y los setos naturales buscan evitar el frío que quema los árboles, su flor, frutos y brotes. El norte que brama, la tramontana desatada con salitre, azota, sentencia las añadas. Los aires helados de los Alpes y los Pirineos son pésimas visitas. Comprar árboles frutales
Los naranjos aislados suelen ser altos, rotundos en su espesura, con cuerpo organizado, hacia arriba, sin demasiadas ramas vencidas hacia tierra. El follaje es verde metálico, oscuro, con un toque de misterio nocturno. Esos árboles resistentes resultan gigantescos ante la talla enana que se usa en los cultivos extensivos, hechos por el dictado comercial y no para el autoconsumo y los placeres personales.
La naranja clásica era ofrenda y presente. Ayudaba a sobrevivir al campesino y a quedar bien con el señor. Al madurar por tandas en árbol han sido un obsequio ritual, por ciclos, un elemento del sistema de relación e intercambio desde antes de que todo lo autóctono dejara de tener precio para el payés.
Las naranjas no suelen decepcionar en la boca, aunque, a veces, pueden estar averiadas, picadas por la maldita mosca blanca africana, o con el cuerpo seco, muerto, aterido por la helada. En su derrota, a veces, saben a medicina olvidada. Despellejar el fruto con los dedos activa una fuente limpia de olor original y la lluvia de tonos en el ambiente deja un rastro frutal y marca las manos del comedor.
Este cítrico reina a pesar de la enorme variedad y castas modernas para clientela de oferta, con formato, uniformes de gustos por mor de la moda. Existe una amenaza, la decepción y aburrimiento por la globalización de los estilos y sabores.
Siempre se busca retrobar un fruto memorable, delicado, que da pena acabárselo lentamente porque lleva completas las virtudes deseadas, en una ecuación equilibrada de dulce y ácido, pulpa y jugo.
En el buen clima cálido, la infancia y del Mediterráneo, sin heladas prolongadas, no demasiada lluvia, florecen y cuajan especies clásicas sin nombre recordado, frutas perdurables en el archivo del consumidor.
Ahora no se encuentran washingtones, naranjas que eran excepcionales décadas atrás, muy finas a la cata, tenues en su sabor, grandes, de un amarillo pálido, sin impactos excesivos en el paladar, con gajos que se desmenuzaban y prolongaban una dulzura no empalagosa. Las sanguinas son infrecuentes, naranjas de sangre de Cristo, decía el nacional catolicismo. Hoy llega en un formato moderno, pequeñitas.
El murmullo de una naranja digamos a la antigua, extraña al mercado, sabrosa, sugerente hasta emocionante, se puede encontrar en un corral. En Ciutat, Palma, en ets Hostalets, en el micro jardín de Miquel es restaurador, su naranjo, tan viejo, exhibe fruta de una variedad ya anónima, cuyo nombre y casta nadie conoce. Quien lo plantó o injertó hace décadas que no lo puede contar. Fuente

   La naranja Navelate poco a poco va encontrando su lugar que es el primero, agricultores de Castellón están volviendo a trabajar con la reina, la manos más expertas son de Castellón para el cultivo de este cítrico el cual la madre naturaleza ofreció hace mucho tiempo ya en esta provincia, al igual que las mandarina clementinas Clemenules, aunque es el turno de la mandarina de primavera